Markus Lupertz es un pintor, escritor y escultor Checo afincado en Alemania, perteneciente al movimiento Neue Wilden (Nuevos Salvajes) y exponente del neoexpresionismo alemán. Toda su obra se ve influida por la tradición artística alemana y el expresionismo abstracto. Sus obras varían entre un expresionismo más conservador, con temas humanos y figurativos, y obras más abstractas e impulsivas.
Trabaja incansablemente, con varios cuadros a la vez, de modo que si se atasca en uno, esto no le impida continuar creando. Es un autor que se rebela contra la imposición de la técnica, afirmando que no debemos ser subyugados por ella. Según él mismo reconoce, no es un buen pintor ya que no domina la técnica, pero su obra se basa precisamente en ello, ya que una técnica rigurosa nos impide expresar libremente nuestros pensamientos y empobrece el arte.
En su taller, trabaja con grandes formatos, y aplica la pintura instintivamente, con brochas grandes y sin preocuparse de la limpieza del trabajo, deja que también los materiales impriman su huella en la obra. Experimenta continuamente con diferentes materiales pictóricos, así como resinas y sobre todo, materiales secantes, dado que trabaja tan rápido que necesita un rápido secado de las capas, que aún asi no siempre consigue antes de continuar pintando.
Pinta directamente desde su pensamiento, variando sobre la marcha el modelo y el cuadro, superponiendo capas de pintura según cambia su concepto de la obra a lo largo de los dias, según su experiencia diaria, y va saltando de cuadro en cuadro para no encasillarse en un solo pensamiento. Su expresión artística es más una expresión interior, una búsqueda del subconsciente antes que un arte para el espectador.
En su taller, trabaja con grandes formatos, y aplica la pintura instintivamente, con brochas grandes y sin preocuparse de la limpieza del trabajo, deja que también los materiales impriman su huella en la obra. Experimenta continuamente con diferentes materiales pictóricos, así como resinas y sobre todo, materiales secantes, dado que trabaja tan rápido que necesita un rápido secado de las capas, que aún asi no siempre consigue antes de continuar pintando.
Pinta directamente desde su pensamiento, variando sobre la marcha el modelo y el cuadro, superponiendo capas de pintura según cambia su concepto de la obra a lo largo de los dias, según su experiencia diaria, y va saltando de cuadro en cuadro para no encasillarse en un solo pensamiento. Su expresión artística es más una expresión interior, una búsqueda del subconsciente antes que un arte para el espectador.