El diseño es una forma de arte, es una escisión, una forma menor, una evolución... Desde diferentes puntos de vista es una cuestión polémica. Sin embargo, a pesar del debate y las interesantes propuestas al respecto, en mi opinión resulta una cuestión un tanto extraña para tratar.
El diseño, realmente, forma parte de las artes aplicadas. Es una adaptación y evolución del arte, partiendo del concepto del dibujo y el proyecto, para adaptarse de modo funcional a unas necesidades.
El problema de considerarlo arte o no, nace más bien del rechazo de los "artistas" al diseño, considerándolo una forma menor, ya que los diseñadores no se escinden como un grupo independiente.
Es, ante todo, la capacidad práctica, física y competitiva del diseño lo que le da su valor. Aúna las metodologías de proyecto y trabajo, junto a las propias de la gestión de estrategia y complejidad, realizando y solucionando problemas que en otras ramas no tienen cabida. Es una conjunción de un arte conceptual con su aplicación y ejecución final, conjunta con otras circunstancias más técnicas, de estructura, producción, distribución, estudios antropológicos, arquitectura, ergonomía, etc.
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