domingo, 1 de abril de 2012

El Fin del Arte - Arthur Danto

El concepto de Arte no había aparecido en la conciencia general del ser humano hasta el 1400 d. C. Todos los objetos realizados con anterioridad a esa fecha no se pueden considerar arte en un sentido amplio dado que el concepto de arte no existía ni había tomado parte en su producción. Estos objetos no influyeron en las personas de igual modo que los que posteriormente formaron parte se la idea de arte, ya que el arte condicionó su creación y la relación que mantendrían después los espectadores con ellos.
La idea de arte tiene un carácter histórico ya que existe este periodo previo al artes. Así, Danto afirma que esto haría posible una era después del fin del arte. No se trataría de la muerte del arte ya que el arte se sigue produciendo. El fin del arte de Danto se refiere al concepto de que el arte que se crea a continuación surge sin estar incluido dentro de una etapa determinada ni alimentándola.
Han nacido tantos conceptos diferentes de arte que ya no podemos encasillarnos en un concepto generalizado e universal de arte, no existe el desarrollo progresivo de las épocas de la historia del arte, sino que el arte se ramifica y se multiplica. Los diferentes conceptos de pintura ya no existen en realidades diferentes, en épocas diferentes, sino en un mismo espacio y tiempo. No hay criterios preconcebidos dentro del arte acerca de cómo debe verse el arte. El museo es un lugar vacío que el artista llena con obras y objetos a su antojo, según su propia relación.
Danto compara la historia de la filosofía a la historia del arte. En la época previa a Descartes, los filósofos se conformaban con describir el mundo, sin pensar en el modo y las estructuras que tiene nuestra mente para pensar en ese mundo. De igual modo, antes los pintores se dedicaban a representar de forma naturalista el mundo, hasta que la representación por sí misma se vuelve central, y el arte se torna sobre su propio tema.
La esencia de la modernidad se basa en los métodos de una disciplina para autocriticarse y establecerse más firmemente.
El concepto de modernidad no es meramente una época estilística como el romanticismo, sino que marca el ascenso a un nuevo nivel de conciencia artística. No es sólo una noción temporal para clasificar el arte, sino una noción de estrategia, estilo y acción.
La madurez del arte surge cuando el arte se aplica a sí mismo sin preocuparse de otra cosa, el arte puro es aquel que se refiere a sí mismo. De esta manera, a partir de los impresionistas, todo el arte de las vanguardias y posterior es para Danto un arte puro, ya que reflexiona sobre el mismo arte para su creación.
Danto localiza el cambio entre el arte moderno y el contemporáneo entre los años sesenta y ochenta, cuando realmente el arte toma conciencia total de la existencia de un cambio respecto de las metodologías y conceptos anteriores sobre el arte y su producción.
Danto absorbe el posmodernismo como una corriente dentro del arte contemporáneo. El arte contemporáneo es el arte posthistórico y su nota distintiva es su incapacidad para señalar la posibilidad de una dirección narrativa. Nos encontramos con una cantidad infinita de estilos sucediéndose a gran velocidad en un corto periodo de tiempo. Lo relevante es que todo esto agitó y cambió el mundo del arte y lo llevó a un nuevo nivel de conciencia. Cualquier cosa podría ser arte, por lo tanto se hace necesario que el arte de un giro de la pura experiencia sensible al área del pensamiento, de la filosofía.
Solamente cuando se volvió claro que cualquier cosa podía ser considerada una obra de arte se pudo pensar filosóficamente sobre el arte. Surgió la pregunta filosófica sobre la naturaleza del arte, se asentó la idea de una filosofía general del arte. Con esta pregunta se decretó el fin del modernismo. Una vez que la filosofía analizó el arte en la historia, la historia del arte culminó, y fue entonces cuando los artistas se liberaron de la carga de ésta, para hacer arte realmente libre.
El concepto de arte, posterior al fin del arte, es variable. Durante la modernidad se sucedieron manifiestos que definían un cierto estilo al que proclamaban como el único tipo de arte y que todo lo que no era así no era esencialmente arte. Cada uno de ello se justifica filosóficamente en la historia. El arte se regía por la historia, la verdad del arte descansaba en esta revelación y todo lo demás era o una regresión del arte o no era arte. Los manifiestos introdujeron la filosofía en la producción artística.
El arete nos invita a la contemplación reflexiva, pero no con el fin de producir nuevamente arte, sino de conocer científicamente lo que es el arte. El verdadero descubrimiento filosófico es para Danto que no hay un arte más verdadero que otro y que el arte no debe ser de una sola manera: todo arte es igualmente e indiferentemente art. Para él la pregunta no es "¿Qué es el arte?" sino "¿Qué diferencia hay entre lo que es arte y lo que no cuando son tan parecidos?"
Así se alcanzó un nuevo nivel de conciencia filosófica; el arte ya no cargaba con la responsabilidad de su definición, eso es tarea de los filósofos del arte, y las obras de arte no han de parecerlo necesariamente.
La historia del arte no tiene que tomar una sola dirección, sino infinitas posibilidades. El arte puede ser lo que quieran los artistas, es un concepto subjetivo.

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